Brinda frío o calor -según se requiera- a la zona cercana a los ojos.
Alivia dolencias, desinflama la zona ocular y promueve la relajación muscular.
El calor está indicado para contracturas, espasmos musculares o inflamaciones no traumáticas.
El frío, por su capacidad antiinflamatoria, ayuda en la recuperación de traumatismos, hematomas o dolores de cabeza.
Por su ajuste regulable se adapta a la forma del rostro, resultando anatómico y confortable.